
Las islas Marquesas fueron un importante centro de la civilización de la Polinesia Oriental. Debido a la orografía de las islas, cada valle constituía una unidad tribal con su propio sistema social dirigido por las genealogías de los cabecillas y de los sacerdotes. El aislamiento de los valles provocaba interminables guerras tribales marcando el carácter guerrero de los marquesanos. Practicaban el canibalismo ritual con los enemigos prisioneros.
Las épocas de hambre eran frecuentes después de períodos de sequía, pero también eran provocadas por las prácticas vengativas en las guerras donde se destruían los cocoteros y los árboles del pan en los valles enemigos.
Aunque la práctica de tatuarse es común en toda la Polinesia, en las Marquesas llegó a un alto grado de sofisticación. Los hombres se tatuaban totalmente de la cabeza a los pies, adquiriendo un color azulado y feroz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario